El plan promueve una adecuación de la economía del sector a las exigencias de eficiencia y precios del mercado que se imponen a ANCAP, su más importante cliente. Para lograrlo, incorpora conceptos que reconocen el rendimiento agrícola en un nuevo modelo de contrato para la compra de azúcar y un nuevo modelo de financiamiento de la cosecha. También incluye inversiones para mejorar la eficiencia energética en el ingenio azucarero.
El nuevo modelo para el pago a los productores incorpora como variable el precio internacional del azúcar, en línea con la paridad de importación que se exige a ANCAP, y define mecanismos de adecuación del precio durante la vigencia del contrato. Por otra parte, el modelo reconoce las características propias del clima de la zona y formula incentivos para aquellos productores que superen un objetivo específico de eficiencia, reconoce el pago diferencial por flete según la distancia real del establecimiento del productor al ingenio y establece límites en el reconocimiento de los gastos administrativos de los grandes productores. De la misma forma, mantiene algunas condiciones actuales para productores chicos y medianos como los gastos de funcionamiento y la bonificación para la reposición de plantas de caña de azúcar.
La fórmula que propone ALUR en la negociación con los productores apunta al reconocimiento del esfuerzo y desempeño de cada uno ellos y toma en consideración las diferencias entre las características individuales de cada unidad productiva, apartándose de las tradicionales paramétricas de costos en base a rendimientos teóricos promedio.
Además, el nuevo esquema de financiamiento definido por ALUR establece límites al riesgo crediticio asumido por la empresa, por la vía de reconocer franjas para el financiamiento de productores, según el área destinada a la plantación y los rendimientos agrícolas obtenidos. El mayor financiamiento es para los productores de mayor rendimiento en la cosecha, apoyando así a los más eficientes.
El plan incluye modificaciones de los procesos industriales del ingenio para el mejor aprovechamiento energético.
En suma, ANCAP, a través de ALUR, establece nuevas políticas de apoyo y sustentabilidad al polo sucroalcoholero de Bella Unión, con acciones concretas para la reducción de costos en base al aumento de la eficiencia y poder avanzar en el mandato de la sociedad para reducir significativamente el costo de producción de los biocombustibles.