ALUR renovó la Certificación Internacional de Sostenibilidad y Carbono (ISCC, por su sigla en inglés) para la producción de biodiésel a partir de aceite de fritura y sebo, hasta julio de 2019. Esta certificación garantiza la trazabilidad de la cadena de valor desde la obtención de materia prima hasta el consumo final. Sus principales virtudes consisten en brindar seguridad a las empresas y evitar costos adicionales elevados.
Fue posible a partir de la auditoría y certificación del proceso industrial de las plantas ubicadas en Paso de la Arena y Capurro y del producto final, de acuerdo a la norma europea International Sustainability and Carbon Certification (ISCC).
Según informa en un comunicado de prensa, Alcoholes del Uruguay (ALUR) obtuvo la renovación de la Certificación Internacional de Sostenibilidad y Carbono (ISCC, por su sigla en inglés) hasta julio de 2019. Esta certificación es realizada por organismos independientes que controlan la sostenibilidad de la producción. Fue posible a partir de la auditoría y certificación del proceso industrial de las plantas ubicadas en Paso de la Arena y en Capurro y del producto final.
Representa una prueba del cumplimiento de criterios ambientales, sociales y de trazabilidad y califica a las empresas de biomasa o biocombustible para obtener el reconocimiento legal en el marco de las metas establecidas por la directiva del Consejo Europeo relativas a energía renovable 2009/28/CE (UE-RED).
La característica más destacada de la certificación ISCC es que cubre cadenas de valor enteras, desde la obtención o producción de materia prima hasta el consumidor final, garantizando la trazabilidad dentro de la cadena auditada.
Es un sistema global que facilita el comercio nacional e internacional. Se aplica en el mercado europeo y en el ámbito mundial. Su principal virtud consiste en brindar más seguridad para las empresas, ya que también tiene en cuenta la sostenibilidad social, evitando costos adicionales elevados.