Se concretaron las primeras exportaciones de biodiesel en la historia del Uruguay. En diciembre de 2015 y a principios de 2016 partieron con destino a Holanda los primeros embarques de biodiesel producidos por ALUR a partir de aceite de fritura usado. El Gerente de la Unidad de Negocios de Oleaginosos y Derivados, Nicolás Ferrari, afirmó que “esta exportación demuestra que la producción de biodiesel en Uruguay es sostenible y que podemos competir” en el mercado internacional.
Ferrari informó que el volumen de este embarque es de “100.000 litros de biodiesel producido con aceite de fritura usado” y agregó que “ya fue entregado en el puerto. Se completaron los trámites aduaneros y está saliendo en estos días” con destino a Holanda. “Esta es la primera experiencia de exportación de biodiesel para Uruguay”, agregó el jerarca, quien además destacó “que logramos desarrollar un nuevo mercado para el biodiesel y demostrar que somos competitivos”.
Este negocio, además de su importancia desde el punto de vista de la apertura de nuevos mercados para el trabajo uruguayo, permite continuar desarrollando la recolección y reciclaje de materia prima (aceite usado de fritura) impulsado por ALUR, que en este momento opera “con 20 contenedores inteligentes instalados, abarcando más de 80.000 habitantes en Canelones, Maldonado y Montevideo”, además del que proveen restaurantes, cadenas de comida y supermercados.
Este negocio se realizó a partir del relacionamiento entre ALUR y la empresa holandesa Argos, que tiene una filial en Brasil, y fue posible a partir de la auditoría y certificación del proceso industrial de las plantas ubicadas en Paso de la Arena y Capurro y del producto final, de acuerdo a la norma europea International Sustainability and Carbon Certification (ISCC), factores que “le darán continuidad a todo este proyecto”.
Ferrari destacó que “en Europa se valoriza este producto (biodiesel obtenido a partir de aceite de fritura usado) en forma diferencial” frente al biodiesel obtenido a partir de otras materias primas. “Esta exportación demuestra que la producción de biodiesel en Uruguay es sostenible”.
El jerarca, refiriéndose al mercado doméstico, informó que “hemos desarrollado la venta de biodiesel a flotas cautiva como las de CUTCSA y próximamente estaremos firmando un convenio de abastecimiento con la Intendencia de Salto el cual ya se encuentra avanzado.
Ferrari concluyó que “hemos logrado desarrollar este mercado, que promete y mucho, porque nos habilita a seguir recolectando más fuertemente, desarrollar toda la cadena de recolección, darle un destino trazable a ese producto y llegar al mercado europeo, que es muy exigente”.
Ferrari concluyó que “hemos logrado desarrollar este mercado, que promete y mucho, porque nos habilita a seguir recolectando más fuertemente, desarrollar toda la cadena de recolección, darle un destino trazable a ese producto y llegar al mercado europeo, que es muy exigente”.
La certificación ISCC es una prueba del cumplimiento de criterios ambientales, sociales y de trazabilidad y califica a las empresas de biomasa o biocombustible para obtener el reconocimiento legal en el marco de las metas establecidas por la Directiva del Consejo Europeo relativas a Energía Renovable 2009/28/CE (UE-RED). Esta certificación es realizada por organismos de certificación independientes que controlan la sustentabilidad de la producción.
Las características más destacadas de la certificación ISCC son que cubre cadenas de valor enteras, desde la obtención o producción de materia prima hasta el consumidor final, garantizando la trazabilidad dentro de la cadena auditada. Es un sistema global que facilita el comercio nacional e internacional, aplicándose en el mercado europeo y a nivel mundial. Su principal virtud es brindar más seguridad para las empresas, porque también tiene en cuenta la sostenibilidad social, evitando costos adicionales elevados.
ALUR ya tiene experiencia en exportación de glicerina, un coproducto de la producción de biodiesel. En 2014 comercializó más de 5000 toneladas con destino a varios países europeos y asiáticos.
El 2015 se cierra con un volumen de ventas menor debido a la baja de los precios internacionales y a la retracción de la demanda internacional. Este año se venderán unas 2500 toneladas de glicerina, principalmente a Corea y China, lo que implica un ingreso de divisas al país del orden de los 660 mil dólares.