Actualmente los biocombustibles constituyen a escala comercial la única alternativa a los carburantes de origen fósil. Además de reducir la dependencia energética y ayudar a combatir el cambio climático mediante la reducción de gases de efecto invernadero, presentan otras ventajas, tales como la generación de empleo y desarrollo agroindustrial, el fortalecimiento de las capacidades productivas y la reducción de importaciones de combustibles fósiles.
Desde el año 2009, a partir de la producción de biocombustibles ALUR ha contribuido a mitigar el cambio climático con la reducción de 773.795 toneladas de CO2.
Lo que equivale a que dejaran de circular 222.128 vehículos.
El bioetanol es un alcohol que se obtiene mediante la fermentación de los azúcares que contienen ciertos productos vegetales, tales como cereales, caña de azúcar, remolacha, boniato o biomasa.
El bioetanol mezclado con las naftas tiene diversas aplicaciones en la industria química y farmacéutica, además de su ascendente utilización como biocombustible, debido a sus beneficios desde el punto de vista medioambiental. El bioetanol mezclado con las gasolinas produce un biocombustible de alto poder energético, que produce una importante reducción en las emisiones contaminantes de los motores tradicionales.
ALUR tiene en sus dos complejos agroindustriales en Paysandú y Bella Unión, una capacidad de producción de 100 millones de litros al año, utilizando sorgo BT y caña de azúcar como materias primas.
El bioetanol es suministrado a ANCAP para la mezcla en las naftas.
Además se conquistó el mercado chileno para su exportación.
El biodiesel se produce al combinar los triglicéridos de la materia grasa con un alcohol liviano, mediante una reacción de transesterificación. Puede mezclarse con gasoil derivado del petróleo en diferentes proporciones, pudiendo incluso utilizarse de forma exclusiva en este tipo de motores.
ALUR tiene una capacidad de producción anual de 83 millones de litros en sus dos complejos agroindustriales ubicados en Capurro y Paso de la Arena. Las materias primas utilizadas pueden tener origen vegetal, utilizando soja y canola; animal, utilizando sebo vacuno; o reciclado, mediante el uso de aceite usado de fritura. Esto origina diferentes clases de biodiesel, que son valorizados de manera heterogénea a nivel internacional.
El biodiesel es suministrado a ANCAP para la mezcla en gasoil y se ha desarrollado la venta de biodiesel a flotas cautivas como es el caso de CUTCSA.
ALUR logró exportar biodiesel a Holanda producido con el reciclado de aceite de fritura.
A partir de la auditoría y certificación del proceso industrial de los 2 complejos y del producto final de acuerdo a la norma europea International Sustainability and Carbon Certification (ISCC) se concretaron exportaciones con destino a Europa.